"El lobo estepario" de Hermann Hesse es uno de los tantos libros que me gustan de este autor, aunque, a decir verdad, todos los libros que he leído de él me han gustado de una u otra forma. El siguiente texto corresponde cuando Harry sale disgustado de la visita a un amigo tan solo porque tuvo una opinión distinta; vagando en la noche, en un bar conoce a Armanda.
Me gusta esta charla porque de alguna forma me identifico. Es decir, cuántas veces no nos empeñamos a que algo debe ser de determinada forma "porque sí", y lo creemos con vehemencia que cuando alguien externa algo distinto o contrario nos hace una grande ofensa que, dependiendo de nuestro caracter, actuamos para contrarrestrar el "ataque".
-Verá usted -empecé-. Ha sido en realidad una futesa. Yo estaba convidado, en casa de un profesor -yo por mi parte no lo soy-, y en verdad no hubiera debido ir, ya no estoy acostumbrado a estar sentado así con la gente y charlar; he olvidado esto. Entré ya en la casa con la sensación de que no iba a salir bien la cosa. Cuando colgué mi sombrero pensé que acaso muy pronto tendría que volver a necesitarlo. Bueno, y en casa de este profesor había allí sobre la mesa un cuadro... necio, que me puso de mal humor...
-¿Qué cuadro era ése? ¿Por qué te puso de mal humor? -me interrumpió ella.
-Sí, era un retrato que representaba a Goethe, ¿sabe usted?, al poeta Goethe. Pero allí no estaba como en realidad era. Claro que esto, a decir verdad, no lo sabe nadie con exactitud; murió hace cien años. Sino que cualquier pintor moderno había representado allí a Goethe tan almibarado y peinadito como él se lo había figurado, y este retrato me exasperó y me fue horrorosamente antipático. No sé si comprende usted eso. (...) Pero en primer lugar me molestaba por el propio Goethe, a quien yo, en verdad, quiero mucho, mucho, y luego que tuve que pensar -pensé o sentí- sobre poco más o menos esto: aquí estoy sentado con personas a las que considero mis iguales y de las que yo pienso que también ellos han de amar a Goethe como yo y se habrán forjado de él un retrato semejante al que yo he me he forjado, y ahora resulta que tienen ahí de pie este retrato sin gusto, falseado y dulzón y lo encuentran magnífico y no se dan cuenta de que el espíritu de este cuadro es precisamente lo contrario al espíritu de Goethe. Hallan maravilloso el retrato, y por mí pueden hacerlo si quieren, pero para mí se acabó de una vez toda confianza en estas personas, toda amistad con ellas y todo sentimiento de afinidad y de solidaridad. Por lo demás, la amistad no era grande tampoco. Me puse, pues, furioso y triste, y vi que estaba solo y que nadie me entendía. ¿Comprende usted?
-Es bien fácil de comprender, Harry. ¿Y luego? ¿Les tiraste el retrato a la cabeza?
-No; empecé a lanzar improperios y eché a correr, quería ir a casa, pero...
-Pero allí no te hubieras encontrado a la mamá que consolara o reprendiera al hijo incauto. Está bien, Harry; casi me das lástima; eres un espíritu infantil sin igual.
(...)
-Vamos a ver- empezó ella de nuevo-. Resulta que Goethe se murió hace cien años y Harry lo quiere mucho y se ha hecho una maravillosa idea de él y del aspecto que tendría, y a esto tiene Harry perfecto derecho, ¿no es eso? Pero el pintor, que también siente su entusisasmo por Goethe y se ha forjado de él una imagen, ése no tiene derecho, y el profesor tampoco, y en realidad nadie, porque eso no le gusta a Harry, no lo tolera, porque tiene que vociferar y echar a correr. Si fuese prudente se reiría sencillamente del pintor y del profesor. Si fuese un loco, les tiraría su Goethe a la cara. Pero como no es más que un niño pequeño, se va corriendo a su casa y quiere ahorcarse. He comprendido muy bien tu historia. Es una historia cómica. Me hace reír.
2 comentarios:
Como siempre, el estilo único de Herman; no entiendo porque no me gusta esta novela. La tengo porque dió la casualidad que me la "prestaron" por la de Demian pero sigo sin comprenderlo... Creo que la leeré de nuevo. Mejor hubieras puesto donde están tirando XDDDD
Siempre le he dado la vuelta a leer este autor. Se dodne estan los libros, pero aun no me nace agarrar un libro y leerlo. Quiza temo que me vaya a gustar.
Debo decir que el estilo es muy diferente al que pensaba que iba ser. Siendo honesto, por poco pensaba que escribia Minako XD
El otro dia vi un chico en el microbus leyendo este mismo libro.. sera una senyal.
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