miércoles, 19 de octubre de 2011

XXI Feria Internacional del Libro Monterrey 2011



Como todos los años, llegó a Monterrey, la XXI Feria Internacional del libro en Monterrey, y entre la inseguridad que se vive en el mismo, no queda más que decir, que la Feria, resulta un acontecimiento de lo más placentero, pesé que siempre tiene los mismos detalles de siempre -estacionamiento malo, falta de libros, información no precisa, etc.- fue "atacada" por la ciudadanía que adquirió lo que esta Feria, solo desea dar: malos libros. Sé que año tras año, soy muy pesimista y doy mi peor comentario respecto a estos eventos de Tec del Monterrey, pero debo recalcar, que este año, tuvieron un punto bueno.


Precios


Sin lugar a dudas, los precios en los libros oscilaban entre los $10 pesos a $5,100 pesos; Algunos de los libros más adquiridos, fueron los de auto ayuda o moralistas; un ejemplo claro, son los de César Lozano, que entre jóvenes y adultos, vi que tomaban uno de este locutor famoso de radio. Como también los de Paolo Cohelo, el cual, tenía un estante para sus libros, y sin lugar a dudas, estaban algo accesibles en cuanto el precio.

Fui tres veces a la feria del libro y me di cuenta que nunca pusieron en descuento los libros, y no sé si ya exista esta palabra en ellos, porque el espacio en la Feria del Libro se limito a menos de la mitad de lo que yo recordaba que fue. La gente, no tiene un espacio cómodo para transitar y admirar cada stand de cada expositor, y siento que le quitaron un pasillo a dicho evento.

Mi punto es: si no hay descuento en los libros, es porque no es barato el espacio en Cintermex a lo que me hace pensar: ¿podrá cambiarse dicho evento a otro lugar donde sea más económico y puedan ofrecer más oportunidades de tener un libro decente? No me extrañará que el próximo año yo tenga que ir a CONVEX para la siguiente Feria del Libro.


Libros.


Desde que inicio la Feria del Libro, yo ya tenía (porque ahora si, ahorre para ello) $2,500 pesos para comprar TODOS los libros que yo quisiera; no me iba a limitar el dinero, podría ver y ser atendida decentemente por cada expositor. El único libro que deseaba adquirir, más que cualquier otro, fue el de Takashi Matsuoka su libro llamado "El puente de Otoño" el cual, había comprado en una librería pero este salió con una edición bastante mala: faltaron alrededor de 50 páginas y también, están en desorden a partir de la página 194, de la editorial "Ediciones B" (Zeta histórica). Yo trabajo en una imprenta, y reconozco que cuando se produce en cientos de millares, suelen suceder errores ajenos a uno que no pueden evitarse. Por tal motivo, no me molesté por ello, ya que mi frustración por continuar mi lectura, sería saciada por adquirir el libro -nuevamente- con otra editorial pero... En toda la Feria no tenían ese libro. Porrua me dijo: "Si quieres el libro, debes de encargarlo y nosotros te lo traemos". Eso fue lo más estúpido e idiota que he escuchado. Siendo uno de los expositores debes de saber que si es un best seller, debes de al menos, traer un solo maldito ejemplar. ¿De que sirvió esperar medio año, para poder comprarlo en la feria si ellos me dicen, que bien pude haberlo comprado en su librería?




Mi enojo no es con esa editorial, ni mucho menos, con la gente tan amable que me atendió y dio razón de mi libro, sino la gran decepción de saber que no cumple con todos los objetivos que esta ofrece. Y desgraciadamente, al igual que yo, muchas pero muchas personas que llegaban y preguntaban por un libro en especial, terminan frustradas y molestas de dicho evento.


Expositores.

La Editorial Maeva, la cual es la que trae unos libros que ahora deseaba adquirir, (Walter Moers) no fue "requerida" y de nuevo, "La Ventana" tampoco; ya tiene un buen tiempo que no la veo dentro del dicho evento. La que hizo su aparición fue Ghandi, la cual, ya pensaba que no volvería y al parecer, trajo unos libros muy buenos. Ediciones B (la librería de mi libro malo) trajo varios libros, y me ofrecieron un buen precio por unos que adquirí, espero que este mejor de lo que compre el año pasado.



No tengo mucha queja de las Editoriales, incluso de la UNAM que hizo su aparición espectacular con un stand bastante amplio, fui atendida de manera cortés y educada; Mi amiga, quería comprar un libro y estaba algo dudosa pero el vendedor de la UNAM, le abrió el libro y le dio un descuento extra (claro, si lo compraba en ese momento) y la verdad, fue uno muy bueno, que hizo comprarlo.

Como siempre TOMO con su variedad de libros: desde recetas médicas hasta las grandes novelas de todos los tiempos. Me daba mucho gusto escuchar a un joven decir: "¿Tienes un libro de Julio Verne?" y su vendedor decía: "Tengo una colección de él".

Módulos de información.

No sé quién reclutará a esta gente porque no tiene un ápice de conocimiento por los libros. O bien, no saber que decir cuando todas las opciones de encontrar un libro se terminan y él se limite a decirte: "No sé". Me molesta mucho que deseando un libro, yo tenga que ser tratada como un bicho raro y me miren con cara de incertidumbre al preguntarles donde puedo encontrar un libro.


Uno de ellos (seré más general) me dijo: "Puedes entrar a la página de internet de la Feria y podrás saber donde esta tu libro" Eso fue el punto positivo que he escuchado en tanto tiempo, el no tener que hacer fila para saber donde comprar. ¡Genial! (Pensé) Ahora sabré a donde ir, sin embargo, el libro que quería comprar estaba en el pasillo 17(3) y me posé sobre el mapa virtual que tenían como liga de inmediato y me tope con que solo tenían 16 pasillos... Si, mi cara de alegría se vio apagada con el descontrol del evento. Y en la página de la Feria del Libro se jactan de decir: "Concluye exitosamente la feria..." Si, concluyó exitosa pero para las personas de los estacionamientos aledaños de CINTERMEX, que cobraban $50 pesos todo el día.



Conclusión.


Mi palabra que resume este gran evento internacional es: decadente. No solo porque no adquirí lo que yo quería, sino lo que quieren ellos. También, porque ninguno de los módulos de información no pudo ayudarme. Mucho menos, poder decir: "Ah, pusieron bancas de espera afuera de las editoriales" ni eso.
Ni con la participación de CONARTE (que invitaban a que escribieras el titulo de un libro que cambiara tu vida) hacían que todo mi enojo y frustración no creciera.

Desde mi punto de vista, tiene puntos buenos y puntos muy malos, así que espero que las personas del Tec de Monterrey, realicen mayor propaganda, o mejor aún, que promuevan el estimulo de la lectura y no por el de la venta. ¡Hasta el próximo año!

Lectores