domingo, 26 de octubre de 2008

Orlando, una carta de amor

Me llevó un buen tiempo encontrar Orlando en una edición digna. Las veces que lo encontré tenía cada portada bizarra y de tan pobre encuadernación que hasta me daba pena intentar comprar aquello. Gracias a Dios que existe Alianza Editorial y que hace libritos accesibles y moralmente aceptables.
Como casi todos los libros que he leído de Virginia, Orlando también es uno de ellos en donde se deja ver la incomidades, reclamos y pasiones de la autora. No recuerdo bien dónde habré leído que Orlando era llanamente un gran poema de amor.
Y ya lo confirmo.
Nunca entenderé a bien que tipo de amor o pasión sentía Virginia por Victoria "Vita" Sackville-West. Será que tal vez la publicación de sus diarios tenga algún tipo de censura y hallan borrado aquel texto comprometedor que haga énfasis en los afectos de la autora por Vita, o tal vez ya he leído íntegros sus pensamientos revelados en su diario, y que lo único deducible es que para la misma Virginia sus efectos eran un misterio.
Terminado de leer Orlando, también me inclino a decir que es un largo poema de amor.
Escudriñó a su peculiar estilo todo lo que para ella fue Vita. Ese toque entre hombre y mujer, que quizás Virginia hubiera denominado andrógino. Expresa esa lucha constante que tenía que hacerse entre la opresión de su propio sexo y la reprobación. Para leer Orlando hay que saber un poco de historia, particularmente la de Inglaterra. Quién fue la reina Isabel, la reina Victoria, el rey Eduardo, y todo ese linaje de suceceros.

¿Qué diablos pasó por la cabeza de Virginia cuando recreó una biografía tan fantástica? Su genialidad y su creatividad bien se expresan en este "librito sencillo" que para Virginia era más bien una broma. Es cierto, es más ligero que otras de sus novelas, como "Al faro". Sin embargo, también Virginia necesitaba divertirse, y a mi parecer, creo que su diversión radicaba en escribir algo por mero gusto y no por necesidad catártica.

Si alguien quiere empezar a leer a Woolf, yo recomendaría ampliamente que empezaran por sus cuentos. El estilo de la autora tan lleno de metáforas y soliloquios internos puede ser frustrante para el lector novato. Es difícil llevarle el hilo de sus pensamientos, sin embargo, una vez que te dejas llevar por su ola de narración, su lectura es sublime placer.

¡Larga vida a Virginia Woolf!


Aquí dejo un texto de la página 130.

Algunos filósofos dirán que el cambio de traje tenía buena parte en ellos. Esos filósofos sostienen que los trajes, aunque parezcan frivolidades, tienen un papel más importante que el de cubrirnos. Cambian nuestra visión del mundo y la visión que tiene de nosotros el mundo. Por ejemplo, bastó que el capitán Bartolus viera la falda de Orlando, para que le hiciera instalar un toldo, le ofreciera otra tajada de carne y la invitara a desembarcar con él en su lancha. Ciertamente no hubiera sido objeto de estas atenciones si sus faldas, en vez de ahuecarse, se hubieran pegado a sus piernas como bombachas. Y cuando somos objeto de atenciones debemos retribuirlas. Orlando había saludado, había aceptado, había halagado el humor del buen hombre: lo que no hubiera sucedido si el capitán en vez de pantalones hubiera llevado faldas, y confirma la tesis de que son los trajes los que nos usan, y no nosotros usamos los que usamos los trajes: podemos imponerles la forma de nuestro brazo o de nuestro pecho, pero ellos forman a su antojo nuestro corazones, nuestras lenguas, nuestros cerebros.
A fuerza de usar faldas por tanto tiempo, ya un cierto cambio era visible en Orlando; un cambio hasta de cara, como lo puede comprobar el lector en la galería de retratos. Si comparamos el retrato de Orlando hombre con el de Orlando mujer, veremos que aunque los dos son indudablemente una y la misma persona, hay ciertos cambios. El hombre tiene la libre la mano para empuñar la espada, la mujer debe usarla para retener las sedas sobre sus hombros. El hombre mira el mundo de frente como si fuera hecho para su uso particular y arreglado a sus gustos. La mujer lo mira de reojo, llena de sutileza, llena de cavilaciones tal vez. Si hubieran usado trajes iguales, no es imposible que su punto de vista hubiera sido igual.

Orlando
Virginia Woolf
Publicado originalmente en 1928

martes, 21 de octubre de 2008

una cita en Orlando

(Texto extraído de la página 149)

Porque -Dios sabrá la razón- en cuanto hemos perdido toda fe en el comercio humano, la disposición casual de unos galpones y de unos árboles o una parva y un carro nos proponen un símbolo tan perfecto de lo inalcanzable que recomenzamos la búsqueda.

Orlando
Virginia Woolf
Alianza Editorial, 2007

Feria del Libro XVIII

Veamos, le agradezco a Wins que haya sido precavida y que ahorrara unos cuantos pesos para la feria. Lo más importante de estas feria, al menos para mí, es encontrar novedades o aquellos clásicos que ya no se ven tan comúnmente en las librería de viejo (je!).
Hubo de todo tipo de libros. Los libros aburridos, los de Giovannita, astrología, ángeles y esas cosas, los clásicos en ediciones humildes, los libros aberración (como los de Fernanda Familia, Olga Nelly García, y un largo etc.), los libros hermosos (sí, aquellos que son bonitos de su portada, que son accesibles, pero que me dan weba leerlos, tal caso como los de Rowling), libros de ensueño (como esos hermosos libros de kanji que cuyos precios eran orbitantes!), libros que quiero siempre (sí, todos los de Virginia, Hesse, Mishima, etc. de Alianza Editorial), libros que no entiendo (casi siempre esos libros están en los stand más soooooooooooooooolos de la feria! xD), los libros que se compra Wins... y ¡los libros que Wins me compró! (*aquí Minako sonríe y pone ojos acuosos estilo Bob Esponja cuando le dice a Calamardo: te tejí este sueter... con mis lágrimas*).

Mis nuevas adquisiciones a la biblio:

Relatos Completos
Virginia Woolf
Alianza Editorial

Historias en la palma de la mano
Yasunari Kawabata

Yasunari Kawabata, Yukio Mishima
Correspondencia 1945 - 1970

La maquina del Sueño
Lola Ribalta (texto) y David López Retamero (ilustraciones)
Thule Ediciones

Eso fue le domingo.

Faltando a mis clases de japonés (joder, creo que la sensei me va a colgar lol), volvimos a ir Wins y yo el pasado jueves para conseguir un librito coqueto que me gustó inmediatamente que lo ví:

Tokio
Taro Miura
Editorial Media Vaca, 2006

Sí, así como La maquina del sueño, Tokio es un libro para niños.
Creo que desde que visitamos la librería de 0 - 14, le empiezo a tener singular interés y respeto por este tipo de libros para niños. Siempre le he tenido simpatía a las lectura para niños, pero hablo de los cuentos clásicos, de esos que se escribieron hace uuuuuuuuuuuu! Pero escritores contemporáneos dedicados a ese giro, nunca me di la tarea de leerlos, hasta ahora.
Je, creo que me empiezan a gustar los libros para niños lol...
¡Son unos suertudos! Bueno, eso pienso. Siempre esos libros son de ediciones chulas, de hojas especiales y siempre tienen un olor tan rico... =D~~~~

Diario de Virginia

Martes, 20 de diciembre
1927

Todavía estoy escribiendo el 3er capítulo de Orlando. Por descontado he tenido que renunciar a la fantasía de acabarlo en febrero e imprimirlo esta primavera. Se está alargando más de lo que yo me proponía. He estado pensando en la escena en la que O. conoce a una chica (Nell) en el parque y se va con ella a una pulcra habitación en Gerrard Street. Allí se revelarán. Hablarán. Esto llevará a una digresión o dos acerca del amor de la mujeres. Introduciré la vida nocturna de O., y sus clientes (esa es la palabra)...

Diarios 1925 - 1930
Virginia Woolf
Editorial Siruela, 2003

lunes, 20 de octubre de 2008

XVIII FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO MONTERREY 2008

Culminó la semana de la feria del libro, como siempre, van menos personas a leer libros, lo más extraño en esta fue su disminución de espacio dentro de CINTERMEX. Y pensando, me dije a mi misma: "¿es acaso Cintermex ó el fraude de CONVEX?"


¿Descuento o fraude?

En cuanto al costo de los libros siento que esta feria fue "la feria de los fraudes. Si, en efecto, lo peor de todo el evento fue lo mentirosos que son y como la gente, compraba el precio que ofrecian en los pocos stans que exibieron. Sinceramente, en esta feria si puedes encontrar tu libro o bien, no puedes comprar tu libro, dependiendo siempre del autor, en mi caso, ya prefiero no buscar y solo dedicarme a ver, que es lo que ofrecen en cada feria que nos ofrecen, me percaté que un libro de cuentos chinos que tiene la portada dura e ilustraciones, en la pasada feria del libro costaba $50 pesos y en esta feria lo encontre en $99 pesos, lo cual, el precio estaba sumamente elevado, ¿cuántos libros no serán como este? Algunas librerías como Porrua, ofrecieron descuentos y algunas rebajas -no buenas- sobre algunos libros que, de vez en cuando, la gente tomaba atención de estos, otras buscaban otras de su elección. En esta feria no hubo descuentos ni libros baratos.

Faltaron librerias importantes de Monterrey

Lo más extraño de la feria del libro 2008, fue la ausencia de Gandhi, la Ventana y la Iztaccihuatl; librerías importantes y grandes vendedoras de libros interesantes. Había escuchado que apartir de este año, los stands de los vendedores iban aumentar año con año, pero que este año, debido a la caída del dolár el precio se aumentó más de lo normal. ¿Este será el punto importante de la razón de que no exista un descuento en la feria? Interesante punto, ya que esta feria fue la más pequeña de todas. No me sorprende que la Ventana no fuera requerida para este año, o mejor dicho, no quisieron pagar el precio de "miedo" por el stand; al comparar los precios y lo que se vende en la feria del libro, vieron que era un gasto inecesario y al menos para primera y la última, no son necesarias estas ferias. Lo que si hay que considerar, es que en el próximo año, la feria del libro ya no sea gratuita.

Respecto a otros detalles

En la zona de comida, había bancas -incómodas- que algunas personas pudieron descansar después de caminar por entre los libros. También, la zona de comida fue muy amplia para aquellos que deseaban comer y leer su libro; aunque debo decirles, que estas bancas no eran lo que yo esperaba de esta feria sino, que más bien, estuvieran un poco más accesibles y con RESPALDO. Esto nos deja claro que en la feria del libro, cada vez son más regios: osea, más codos. ¿Solo ocho bancas? En verdad, muchas gracias por ese gran detalle.
Como siempre, imposible estacionarse en cintermex y lo peor es por el mar de automovilistas que deseaban entrar al estacionamiento, una espantosa y horrible mala organización. Monterrey, el peor país de organizaciones de este tipo.

En mi humilde opinión, siento que cada año, la feria del libro termina siendo más una venta de auxilio y desesperación, en la que solo acapará a unos pocos, -debido a la poca difución que existe para lo mismo- y mucho me temo, que si la feria sigue disminuyendo, terminaremos pagando incluso para pagar. ¡Hasta el próximo año 2009!

Lectores