jueves, 27 de noviembre de 2008

Ben Hur, una historia paralela a Cristo

Increible, fascinante, imposible de creer, es la historia de Ben Hur por Lewis Wallace; para aquellos que no conocen esta mística obra del arte, relata la historia de la vida de un joven llamado Judá, hijo de Hur, el príncipe. Judá inquieto por su juventud, desea ayudar a su pueblo, ya que se encuentra dominada por el imperio de los Cesar's, osea, Roma. Tras la llegada de un amigo, Messala, al cual, se percata que la nueva ola de cultura que no concuerda con los criterios de Judá, hacen que se enemistan y terminen odiandose. Por su parte Judá decide ser guerrero para combatir a la Roma dominante, sin embargo, tras un accidente en el cual lo creen culpable es apresado por querer asesinar a un alto personaje de Roma y es acusado de asesinato por su propio amigo, Judá jura ante su Dios de Israel, tomar venganza de aquella traición. Separado de su madre y hermana menor, vive la peor de las injusticas y en su pecho, siempre presente, la justicia del Dios de Israel vengará sobre aquellos que le han hecho padecer; sin embargo, en su camino al castigo, un pequeño niño, se acerca a Judá para dar un poco de agua y en su mirada, se percata que Aquel niño es alguien especial. Es aquí donde la verdadera historia de Judá, convertido en Ben Hur, da inicio.
Es una novela tan importante como impresionante, la manera de redactar y seguir a la par, cada momento en el que Ben Hur coincide con Cristo, y la manera de ver la llegada del Rey de los Judíos.
Mi personaje favorito es sin lugar a dudas Ben Hur, no obstante, debo recalcar que el que acaparó toda mi concentración y mi manera de pensar es Baltasar, uno de los reyes magos de oriente. En todo el libro, Baltasar, trata de convencer a todo aquel que se le acerca, de que el Cristo no viene a derrocar a Roma, sino a redimir al mundo y como su fe, lo lleva a la gloria de Cristo y lo increible de la historia, es su hija, la bella egipcia llamada Iras, la cual seducirá a nuestro lector con sus maravillosas historias de oriente.

Una de las frases que me paso a maravillar fue esta: "...al menos, jamás he visto irreverencia en la frase del viejo Rabí: Dios no podía estar en todas partes, y por eso hizo a las madres." Esto es en la platica que sostiene Ben Hur con el criado fiel de Simónides, Malluch, justo después de ver a su amo y preguntarle por su madre y hermana.
También una de las partes que espera con más ansiedad, desde que compre el libro, fue sin lugar a dudas, la parte de la carrera, creo que se siente la emoción de la lectura cuando uno va avanzando hasta llegar a consumir la plena venganza del judio y es aquí donde todos podemos gozar al mismo tiempo, de esta venganza consumada.

1 comentario:

Minako Readman dijo...

vaaaaaaaaaaaya por fiiiin lo terminaste!!!!!!!!!
pinche wins... creo que este libro te acaparó más tiempo que ni el de las mil y una noches!

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