lunes, 31 de enero de 2011

De tres especies

La vida nos resulta demasiado pesada, nos depara excesivos sufrimientos, decepciones, empresas imposibles. Para soportarla, no podemos pasarnos sin lenitivos. (...)(Lenitivo: medio para mitigar los sufrimientos del ánimo, DRAE, 2011). Los hay, quizá, de tres especies: distracciones poderosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria; satisfacciones sustitutivas que la reducen; narcóticos que nos tornan insensibles a ella.

"A quien tiene pesares no le faltan licores"

"El malestar en la cultura"
Sigmund Freud
Editorial Iztacihuatl, 1985
p.22

Hermann Hesse en Tokio

Libros de Hermann Hesse en la librería Maruzen en Tokio. En ese momento, no encontré sus novelas. Los libros que habían era más bien como biografías y de otro tipo que no había visto.
Como este libro en específico que no he visto en español 「庭仕事の愉しみ」(El placer de trabajar en el jardín).

domingo, 30 de enero de 2011

Energía

フロイト先生、ご無沙汰していますね。5年ぐらい前、フロイト先生の本を全然読んでいませんでした。でも、先週本屋へ行った時、偶然この本を見つけました。ですからフロイト先生の本を読みたくなりました。こう本はちょっと難しくても、フロイト先生の単語が分かったら読み物は簡単になります。
そして、エネルギーの言葉がもう一度私の読み物に来ましたよ!偶然だなあ!

"Un sentimiento sólo puede ser fuente de energía si a su vez es expresión de una necesidad imperiosa."
(気持ちは大切な必要を表現したら、エネルギーの源です。)


"El malestar en la cultura"
Sigmund Freud
Editorial Iztacihuatl, 1985
p.18

Enamoramiento

En la culminación del enamoramiento amenaza esfumarse el límite entre el yo y el objeto. Contra todos los testimonios de sus sentidos, el enamorado afirma que yo y tú son uno, y está dispuesto a comportarse como si realmente fuese así.

"El malestar en la cultura"
Sigmund Freud
Editorial Iztacihuatl, 1985
p.11

sábado, 29 de enero de 2011

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas

Personajes en el Wonderland: Bob Dylan, la gorda, el abuelo, la bibliotecaria, los semióticos, los tinieblos, el Sistema, la Factoría, el gigantón, el hombrecillo, la chica que le rentó un coche, y la chica que fue compañera en la universidad (sólo mencionada).
Personajes en el Fin del Mundo: Bob Dylan (sin saber que es Bob Dylan), la sombra de Bob Dylan, las bestias, el guardián, el viejo vecino, la bibliotecaria, la madre de la bibliotecaria (sólo mencionada), el tipo de la central eléctrica.

En el fin del mundo no hay música. Pero es una ciudad perfecta. Nadie muere, nadie enferma. Todos hacen sus labores por hacerlas, labores puras. Nadie tiene sombra. Nadie tiene ego. Las bestias son las que se encargan de deshacerse de esos egos, al parecer, inútiles en el fin del mundo.
Nadie tiene corazón. Pero es una ciudad perfecta. Perfecta para un hombre solitario y sencillo pero con una existencia sin sabor (es sin duda, el clásico personaje repetitivo en la literatura de Murakami. Me han dicho que este elemento es bastante gustado a los japoneses, ¿será?).
Y en el país de las maravillas hay un científico chiflado y sin ética que ha hecho que Bob Dylan haya ido a parar al fin del mundo.
Este hecho es sabido ya para el capítulo 27 (el libro contiene 40). Y desde el 27 sabemos cuál es el final de la historia. La pregunta que me hago es ¿algún día encontrará Bob Dylan una razón para abandonar el fin del mundo? Y si fuera así, ¿qué razón sería? Porque, al parecer, ni el amor es razón vasta para querer permanecer en el mundo que todos conocemos.

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