viernes, 13 de marzo de 2009

El Golem

¿No habrás pensado que la vida que tienes no es más que un simple sueño? ¿Qué tal vez estes viviendo la vida de otra persona? La creencia judía -se decía- que podían crear una persona del simple barro, tal y como Dios creo al ser humano. ¿Será esto posible? Sin embargo, al no ser creación divina, tiende a crear algunas cosas malvadas en nuestro ser de arcilla. ¿Será bueno o malo? Eso depende de la persona de quien crea al Golem.
El Golem de Gustav Meyrink novela de 1915, en el cual retrata la vida de un hombre al cual, tiene confusión de su propia existencia como mortal e intenta establecer una conexión con su yo presente con su yo del pasado, creando así paradojas de su propia existencia, llegando a la conclusión de saber quien es en realidad. Hasta preguntarse sí realmente es él mismo.
El novelista, no redacta mucho en cuestión de personalidad ni personajes, dejando a nuestro propio criterio la situación de algunos momentos, mientras se crea un ambiente de inseguridad de las situaciones por las que pasa el personaje principal quien se llama Pernath, un maestro en el fino arte de las joyas; quién con él viviremos los momentos más escalofríantes de su propio ser.
Unas de las partes que más me agradó del libro es del capítulo "La visión":
Estuve allí, encogido, inmóvil, durante horas y horas - en mi rincón, como un esqueleto helado y rígido envuelto en ropas extrañas y mohosas - y el también, allí mismo: mi propio yo.
Mudo e inmóvil.
Así nos estuvimos mirando a los ojos - uno el horrible reflejo del otro.
El también vería cómo los rayos de luz se arrastran con la pereza de un caracol y palidecen más y más, subiendo por la pared como las agujas de un reloj que midiera la eternidad.
La hechicé con una mirada y no le sirvió de nada su deseo de desaparecer en la luz del amanecer que entraba por la ventana en su ayuda.
Le retuve.
Paso a paso he luchado con él por mi vida - por la vida que es mía, porque ya no me pertenece.
Cuando se hizo cada vez más pequeño y volvió, con el principio del día, a esconderse en su carta, me levanté, fui hacia él y lo metí en el bolsillo - ¡al Fou! (el loco).
En la novela de Gustav, se hablará de dos cartas en especial del Tarot; la segunda no la especifican pero es fácil dar con su descripción, y ambas, tienen un significado importante en el momento en que aparecen, misma razón por la que el autor estaba involucrado en el arte de la adivinación.
Le fou o el loco, es justo la redacción que pusé del libro, cuando se encuentra en la liberacón de su propio yo, la misma que tiene significado la carta. La segunda, ustedes tendrán que descubrirla y por lo que sé del significado de esta carta, significa el auto-sacrificio de la persona. Una novela interesante.

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