De la misma manera que el individuo nace a un lenguaje también nace a sus condiciones históricas. Nadie puede tener una relación «libre» con esas condiciones. La persona que no encuentre su lugar en el Estado es, por tanto, una persona «no histórica». (...) De la misma manera que no se concibe al Estado sin ciudadanos, tampoco se concibe al individuo sin Estado.
Según Hegel el Estado es algo «más» que cada ciudadano. Es incluso más que la suma de todos los ciudadanos. Según Hegel no es posible, por lo tanto, «darse de baja en la sociedad». Uno que se encoge de hombros ante la sociedad en la que vive y que quiere buscarse a sí mismo, se convierte en un payaso.
"El mundo de Sofía"
Jostein Gaarder,
Patria/Siruela, 1991
Décima tercera impresión: 1997
p. 450 y 451
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