Parece como si existiera en el cerebro una región totalmente específica, que podría denominarse memoria poética y que registrara aquello que nos ha conmovido, encantado, que ha hecho hermosa nuestra vida. (...)
El amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética.
"La insoportable levedad del ser"
Milan Kundera
TusQuets Editores, 2010
p.218, 219