En estos días he tenido la oportunidad de leer 1408. Es un libro por Stephen King y pues si su fama ha hecho que lo reconozcan como el autor de libros de terror. Mas diré que mi opinión personal es que sus historias no son tanto de terror, sino como de misterio y un poco de ciencia ficción.
Si dire que cada historia que he leido suya me ha llamado la atencion. Digo esto como que no me aburre y si me inmerso en la historia que me cuenta, y lo mejor de todo, es que si son entretenidas y originales. Me recuerda un poco a Isaac Asimov, pero de misterio y una pizca de miedo (para los que no conozcan, Isaac Asimov también hace muchas historias cortas muy buenas).
Algo que si destacare, es que este libro lo compre tanto por su portada, como sabiendo que de este sacaron una pelicula con el mimo titulo, sin embargo, la peli tiene una historia muy diferente. Lo que si dire sobre la version del libro, es que es la primera vez que un libro genuinamente me hizo sentir miedo y hasta me puse cauteloso de mis alrededores!
Si tienes oportunidad de leer ese libro, te recomiendo que no te leas las historias en orden solo por querer hacerlo en orden. Cada historia es independiente y es muy agradable poder encontrar algo nuevo en cada una.
Mis favoritas: L.T.s theory of pets y 1408 (por supuesto!)
Nos gusta leer y muchas veces encontramos líneas interesantes que queremos recordar después...
sábado, 23 de agosto de 2008
lunes, 11 de agosto de 2008
Bajo la rueda
En cierta ocasión soñó con su amigo Heilner al cual vio ya muerto, tendido sobre un féretro del que se levantaba para acercarse a Hans, pero tanto el director como los demás profesores se lo impedían y lo hacían retroceder cada vez que daba un paso hacia adelante. No solamente estaba allí el profesorado del colegio teológico sino también el rector y los profesores de la escuela primaria, todos con despectivas miradas en sus rostros. De pronto cambiaba la escena y ante sus ojos aparecía el cadáver de Hindú, tendido sobre el féretro con la grotesca figura de su padre junto a él, ahogado por el dolor.
Luego, en otro sueño, se contempló corriendo por el bosque en busca del fugitivo Heilner, lo veía aparecer; pero cada vez que trataba de llamarlo desaparecía en la distancia entre los troncos de los árboles. Finalmente Heilner se detuvo, dejó que se le acercara Hans y le dijo: "tengo una novia". Luego se echo a reír estrepitosamente y se perdió entre los árboles.
En otra ocasión vio a un hermoso y esbelto joven de angelical mirada y manos suaves, que descendía de una barca y corría hacia él. Pero se detenía de pronto y entonces Hans tuvo necesidad de exprimirse el cerebro a fin de recordar lo que aquella escena pudiera representar. De repente se le vinieron a la mente las palabras griegas: "en cuanto salió de la barca le conocieron y fueron hacia él". Y se veía obligado a recordar en qué forma estaba conjugado el verbo "ir" en esa frase y cuáles eran las otras conjugaciones de ese verbo; tenía que conjugarlas en singular y en plural y al no poder hacerlo le sobrecogió intenso temor. Cuando volvió en sí, toda la cabeza le dolía fuertemente y cuando en su rostro apareció aquella antigua y enigmática sonrisa creyó escuchar al director que le decía: "¡Vaya mueca tan estúpida la suya. Creo que podría hacer otra mejor!".
"Bajo la rueda"
Hermann Hesse
Editorial Época, 1982
Publicado originalmente en 1906
Luego, en otro sueño, se contempló corriendo por el bosque en busca del fugitivo Heilner, lo veía aparecer; pero cada vez que trataba de llamarlo desaparecía en la distancia entre los troncos de los árboles. Finalmente Heilner se detuvo, dejó que se le acercara Hans y le dijo: "tengo una novia". Luego se echo a reír estrepitosamente y se perdió entre los árboles.
En otra ocasión vio a un hermoso y esbelto joven de angelical mirada y manos suaves, que descendía de una barca y corría hacia él. Pero se detenía de pronto y entonces Hans tuvo necesidad de exprimirse el cerebro a fin de recordar lo que aquella escena pudiera representar. De repente se le vinieron a la mente las palabras griegas: "en cuanto salió de la barca le conocieron y fueron hacia él". Y se veía obligado a recordar en qué forma estaba conjugado el verbo "ir" en esa frase y cuáles eran las otras conjugaciones de ese verbo; tenía que conjugarlas en singular y en plural y al no poder hacerlo le sobrecogió intenso temor. Cuando volvió en sí, toda la cabeza le dolía fuertemente y cuando en su rostro apareció aquella antigua y enigmática sonrisa creyó escuchar al director que le decía: "¡Vaya mueca tan estúpida la suya. Creo que podría hacer otra mejor!".
"Bajo la rueda"
Hermann Hesse
Editorial Época, 1982
Publicado originalmente en 1906
Suscribirse a:
Entradas (Atom)